Camas ortopédicas eléctricas
Comprar camas articuladas eléctricas
Entre las camas articuladas hay diferentes modelos. Entre estos, se encuentran las camas articuladas eléctricas. Se trata de camas que presentan un somier que se articula mediante mando eléctrico para ofrecer confort al usuario.
La articulación eléctrica permite posicionar las secciones a la inclinación deseada y que resulte óptima para el usuario.
Tipología de camas articuladas eléctricas
Existen diferentes modelos de camas articuladas eléctricas y cada una tiene características específicas para satisfacer las necesidades de cada usuario.
Entre estas encontramos, en primer lugar, las camas de diferentes anchos de somier: 90cm, 105cm, 120cm y de matrimonio. Dependiendo del ancho de somier seleccionado mejorara la comodidad del paciente.
Después de la diferenciación por medida, existen camas articuladas que son elevables en altura o fijas. Esto permite regular la distancia entre el suelo y el somier para facilitar el acceso a la cama y para hacer más sencilla la higiene del usuario.
¿Quién puede adquirir una cama articulada eléctrica?
Personas que han subido una operación quirúrgica y que tienen que permanecer en la cama por largo tiempo, o personas que por la edad no pueden levantarse en autonomía, pueden encontrar una buena solución en las camas articuladas eléctricas.
Las personas que cuidan de ellas también se darán cuenta de los beneficios que una cama articulada eléctrica puede ofrecer al familiar enfermo y de lo fácil que es cuidar de él con una cama que se articula mediante mando.
Ventajas de las camas articuladas eléctricas
Ajustar la posición del usuario en poco segundos y sin esfuerzos, es solo una de las múltiples ventajas que una cama articulada eléctrica puede garantizar al usuario a su cuidador.
Entre otras encontramos la rapidez en incorporarse y levantarse, la posibilidad de comer en la cama y realizar actividades de la vida cotidiana, como pueden ser leer un libro o ver la TV.
De igual forma, la inclinación de las diferentes partes permite mejorar la circulación y prevenir la formación de úlceras gracias a la distribución de la presión de forma equilibrada.
Finalmente, otra ventaja fundamental es la posibilidad de que la persona que está en la cama pueda regularla según sus gustos mediante le mando.